Sant Mateu es un pueblo agradable y pequeño que cultiva una antigua tradición de amor al vino. En el mes de diciembre se celebra la Fiesta del Vino, en la que se dan cita cientos de personas para catar los caldos de la isla. El centro del pueblo está integrado por la iglesia, un bar, el cementerio y muy pocas viviendas, lo que le convierte en una delicia. Visiten la iglesia de Sant Mateu, construida a finales del siglo XVIII.
Dentro de la Eivissa rural y en esta misma zona destaca Buscastell, un área donde empaparse todavía más del sabor del campo pitiuso, ya que alberga el mayor cultivo de vid de la isla y donde, además, se elabora un notable vino tinto y un riquísimo y afrutado blanco.