Febrero es el mes perfecto para visitar Ibiza y, sobre todo, su característico campo teñido de blanco, no por la nieve, que escasea en la isla, sino por sus extensas explanadas de almendros en flor.
Desde finales de enero, hasta bien entrado marzo, la flor de almendro brota ofreciendo un espectáculo único anhelado tanto por residentes como por aquellos turistas que se acercan a Ibiza en temporada baja para descubrir su cara más desconocida. Pero, ¿sabéis dónde podéis encontrar este auténtico espectáculo de la naturaleza? Os indicamos algunos sitios que nos os podéis perder:
Pla de Corona
En el norte del municipio de San Antonio, entre las localidades de Sant Mateu de Corona y Santa Agnès de Corona, se encuentra el Pla de Corona (Valle de Corona). Un enclave rodeado por colinas y por las construcciones dispersas que forman estas localidades que se llena todos los fines de semana de residentes que lo rodean paseando entre la tranquilidad de sus campos floridos, donde pueden verse rebaños de cabras y de ovejas pastando, y disfrutar, al terminar el paseo, de algunos de sus célebres restaurantes.
Sant Joan de Labritja
Es el municipio ubicado al norte de la isla, el más alejado del puerto y del aeropuerto y, en consecuencia, del ritmo de la ciudad. En el pueblo de Sant Joan de Labritja encontraréis el lugar perfecto en el que disfrutar de la floración de los almendros, sobre todo en la ruta que recorre el centro de Sant Joan hasta Cala Xarraca, formada por un sendero natural entre colinas, que acaba en un precioso valle de almendros. Puede ser una buena oportunidad para hacer una de las rutas senderistas que han preparado en este municipio y cuyos datos podéis encontrar en su página web de turismo.
Costa de Sant Josep de sa Talaia
El municipio de Sant Josep de sa Talaia también dispone de importantes valles poblados de almendros, sobre todo en la zona que une este municipio con Sant Antoni de Portmany, siendo el lado opuesto al anteriormente citado Pla de Corona. Concretamente, la flor blanca y rosácea del almendro tiñe algunos valles situados en zonas como Sa Caleta y Es Cubells, así como en los caminos que van hacia Cala Bassa, y que pueden ser disfrutados prácticamente sin bajar del coche.
Os invitamos a que, si tenéis la fortuna de estar este mes de febrero en la isla, os calcéis zapatos cómodos, preparéis una mochila con un bocadillo y agua, y traigáis vuestra cámara provista de batería y memoria suficientes para no perderos ni un detalle del florecimiento de los almendros en Ibiza.