Cada año, con motivo de las fiestas patronales de Santa Eulària des Riu, el templo de Puig de Missa se convierte en el escenario de una Feria de Artesanía única que acoge una muestra de productos y de tradiciones que han confeccionado la historia de Ibiza a lo largo de los siglos.
Una cita que cobró vida el pasado domingo 17 de febrero gracias al trabajo de 60 artesanos, productores ecológicos y entidades que, con la colaboración de algunos representantes del sector llegados desde Mallorca, dieron a conocer de primera mano el trabajo de especialistas en madera, en barro, en piel o en instrumentos musicales. Este encuentro sirvió, además, para dar a conocer la labor de entidades sin ánimo de lucro de la isla, de agrupaciones culturales que promueven la recuperación de las tradiciones ibicencas, de productores ecológicos e, incluso, de una representación de la Cooperativa Agrícola de Santa Eulària.
En esta Fira de Puig de Missa, se pudo disfrutar con la vista, con el olfato, con el tacto, y, por supuesto con el gusto, gracias a una importante degustación y venta de productos gastronómicos de Ibiza, que se complementaron con una exposición de razas autóctonas de las Pitiüsas, entre la que destacó el ca eivissenc (el podenco ibicenco), un lugar para poder practicar el tir amb bassetja (tiro con honda) y una tradicional exposición de coches y de motos antiguos en la calle que da acceso al templo.
A su vez los grupos Es Mals Esperits y sa Colla des Broll se encargaron de animar, con pasacalles y con bailes, una jornada en la que muchos se acercaron, por primera vez, a unas tradiciones, a unas costumbres y a una cultura que, aunque remotas, no son tan antiguas como algunos piensan.