Venir de vacaciones a Ibiza no es únicamente una buena opción por sus playas de arenas blancas y aguas turquesas. Disfrutar de una cena de lujo o de una comida de calidad a pie de playa, o en rincones tradicionales y ubicados en todos los núcleos urbanos, es cada vez más fácil gracias a la amplia oferta de restaurantes que cada temporada se superan para ofrecer los mejores productos y las propuestas más innovadoras. Publicaciones como la Guía Michelin y la Guía Repsol, visitan cada vez más la isla y añaden año tras año nuevos establecimientos recomendados por sus platos tradicionales o vanguardistas, donde las carnes, pescados y verduras de kilómetro cero son los verdaderos protagonistas.
En Eivissa ciudad encontraréis cocinas tan dispares como las que proponen desde La Gaia, Trattoria del Mar, Can Alfredo, Sa Nansa, Re.Art o Sa Brisa. La cocina fusión peruana y japonesa se dan cita en La Gaia, en un encuadre incomparable como es el Ibiza Gran Hotel. Otra cita ineludible en Marina Botafoch es la Trattoria del Mar, con su cocina italiana en un ambiente tranquilo e íntimo. En Can Alfredo o Sa Nansa es posible disfrutar de la cocina tradicional ibicenca con un twist de los productos locales más cuidados. Para los amantes de las tapas y de la cocina creativa la dirección que deben buscar es Sa Brisa, en el corazón de la ciudad de Ibiza, que ofrece una cuidada selección de tapas de autor aptas para los paladares más selectos; o Re.Art, que ofrece los sabores de siempre con un toque sorprendente.
Con vistas al mar Tatel, Cas Milà o Es Boldadó se convierten en opciones de lujo pero muy diferentes entre sí. Para aquellos que se quieran dejar ver en un ambiente cosmopolita no pueden olvidar reservar en Tatel, que les sorprenderá con su comida mediterránea con toques internacionales en el ambiente más exclusivo. Si lo que desean es comer bien pero con arena en los pies, Cas Milà, en la playa de Cala Tarida o Es Boldadó, con impresionantes vistas a Es Vedrà, son opciones muy recomendables para disfrutar de arroces, pescados y productos locales de calidad. Por último, y escondido en la pequeña cala de Es Xarcu, está este restaurante homónimo, la gema de los amantes de la cocina marinera, fresca e ibicenca que aúna el lujo de un bocado excelente con las vistas a una auténtica cala ibicenca.
En el interior de la isla existen varios clásicos que también merecen tenerse en consideración. En la carretera a Sant Miquel de Balansat se encuentra una joya oculta en una pequeña casa tradicional ibicenca llamada Can Pau, con su cocina mediterránea en un ambiente campestre. Para disfrutar de una buena velada con ambiente rústico, las mejores opciones son los agroturismos de Can Curreu, en Sant Carles de Peralta, o Can Lluc, en Sant Rafel de sa Creu, dos clásicos ibicencos que apuestan por el producto de Km 0, ecológico, con respeto por los sabores auténticos. En Sant Agusti des Vedrà, otro imprescindible es Can Berri Vell, mientras que en Sant Antoni de Portmany la visita a Es Ventall es 100% obligatoria si quieren adentrarse en la auténtica cocina ibicenca reinventada.