El término ecología es uno de los más repetidos en nuestro día a día desde hace años, no por ser un concepto nuevo, sino porque el mundo parecía haberse olvidado de su significado. El cambio climático y sus consecuencias nos alertan del mal uso de la naturaleza por parte del hombre que, aún a tiempo de recapacitar, nos ha llevado a reinventar su significado que, al fin y al cabo, consiste básicamente en aplicar la lógica y el sentido común.
Lugares como Ibiza, siempre tan cercanos a sus tradiciones y costumbres más locales, nunca se olvidaron de promover esta forma de producir y de vivir. Una isla con carácter y esencia local, siempre de la mano de la producción ecológica, y referente en la gastronomía local internacional, ha hecho de la ecología un estilo de vida.
La buena gestión de los recursos naturales y las incesantes propuestas ecológicas han multiplicado el sector agrícola de la isla en los últimos años. Una oportunidad para los payeses que han visto una forma de reactivar sus tierras convirtiéndolas en huertos ecológicos con productos propios de alta calidad.
En esta línea, en Ibiza encontramos lugares con encanto que promueven una filosofía de vida saludable y con respeto por el medioambiente. Es el caso de la Casita Verde Ibiza, una antigua casa payesa convertida en un centro de educación ecológica de más de cinco hectáreas que se fundó en el año 1993. La Casita Verde es uno de los lugares favoritos de la isla entre los amantes de la sostenibilidad, que se acercan a este enclave para disfrutar de su alimentación vegana y para aprender de los buenos hábitos que se gestan en este entorno. En su huerto, llevan más de veinte años cultivando cerca de 1.500 plantas de Aloe Vera, frutas o verduras para el consumo humano, así como variedades como el papiro que hace de filtro natural del agua.
Además, en la isla también existen granjas con certificación ecológica como Can Musón, Can Pere Mussona o Terra Massia, ubicadas en el municipio de Santa Eulària des Riu, y que sustentan los valores tradicionales de Ibiza relacionados con la producción de alimentos Km 0. El bienestar animal y la forma de vida al aire libre, en un entorno sin productos químicos ni pesticidas, son parte de su filosofía común. Estos tres enclaves ofrecen talleres, proyectos de educación infantil, restaurantes o tiendas, entre otras propuestas.
De la misma forma en Ibiza ciudad existen otro tipo de comercios ecológicos como Ecofeixes. Se trata de la primera cooperativa ecológica en Ibiza que cuenta con ocho hectáreas de huerto, gracias a las cuales cada semana ofrecen productos de proximidad y de alta calidad que pueden adquirirse a precios muy asequibles.
En Las Dalias, y en otros mercadillos como el de Sant Joan de Labritja o el de Sant Jordi de Ses Salines, pueden encontrarse también jabones, esponjas, ambientadores o confituras elaborados con productos de la isla o extraídos con mimo de ésta y con una premisa común: el respeto por el entorno y la vuelta a las tradiciones que abogaban por tomar de la tierra lo que nos da sin hacerle daño y con gratitud. Una filosofía cada día más en boga y que viste de verde esperanza el futuro de un entorno frágil y maravilloso.