Hablar de Moda Adlib es hablar de Ibiza, pero también de historia, de artesanía y de libertad. No en vano el término que acuña a esta marca de ropa es una apócope de la expresión latina “Ad Libitum”, cuyo significado se tradujo como “viste como quieras, pero con gusto”, una forma de concebir la moda y que ha dado la vuelta al mundo.
La historia de Adlib Moda Ibiza está estrechamente ligada a la vestimenta tradicional de la isla y basada en el respeto, en la innovación, en las tendencias y, sobre todo, en la filosofía de uno de los rincones más cosmopolitas del mundo. Se inspira en los sombreros de paja que no envejecen, en las zapatillas de esparto, en los refajos de algodón y en los mantones de las mujeres de una Ibiza que despertó a los primeros turistas en la época de los 70.
El germen de una marca propia de Ibiza, conocida hoy de manera internacional, comenzó a crecer en 1971, fecha en la que se celebró la I Semana de la Moda de Ibiza y en cuya pasarela se plasmó una realidad que ya desfilaba por sus calles. Así, creadores y diseñadores, de la mano de costureras y mujeres de la isla, pusieron en valor la delicadeza de estos materiales naturalmente toscos y trabajados artesanalmente. La pasarela Adlib cobraba vida en pleno campo, en el césped de un campo de golf, en plazas, parques, en el portal de Ses Taules o en una playa con prendas de todos los tonos y colores que incluían terciopelos oscuros e incluso el semiluto, piezas de fondo negro y pequeños dibujos en blanco.
La «princesa» yugoslava Smilja Mihailovitch tuvo un papel fundamental como embajadora de este nuevo estilo que defendía a una mujer libre, de belleza natural, fresca y auténtica. De su mano la moda ibicenca se posicionó, casi sin saberlo, como una alternativa al estilo impuesto y a la uniformidad de las prendas que inundaban la industria de la época. Su irrupción supuso, además, la creación de multitud de puestos de trabajo entre mujeres de las islas que vieron en aquel nacimiento una explosión industrial que les permitió, por vez primera, independizarse económicamente y disponer de sus propios recursos.
Firmas de espardeñas tradicionales pero renovadas como Espardenyes Torres o Estrivancus calzan desde sus propios talleres a hombres y a mujeres con propuestas coloridas y artesanas, la joyería tradicional ibicenca bebe de las interpretaciones de Elisa Pomar mientras que K de Kose Kose Privée muestra su particular visión de los complementos más sostenibles y vanguardistas. Los capazos de la isla se visten de flores y de puntillas como piezas únicas gracias a Dolors Miró Ibiza quien crea sus bolsos en una comunión perfecta con los tocados, sombreros y pamelas de S72 Hat. El Adlib más roquero cobra vida gracias a Ibiza Stones mientras que la tradición más purista y los vestidos de algodón más icónicos nacen en el taller de Monika Maxim Ibiza. Por su parte Ibimoda viste con maestría a novias, novios e invitados con clara esencia ibicenca, mientras que Vintage Ibiza se atreve con todo tipo de colecciones demostrando que la moda de alta costura no está reñida con los caftanes de playa. Una forma de concebir la moda que también defiende Piluca Bayarri quien crea prendas de baño únicas sin renunciar a líneas de vestidos de ensueño. La noche atemporal tiene sus máximos exponentes en Ivanna Mestres y en Virginia Vald, quien también se atreve con el boho chic diurno, mientras que Tony Bonet, apodado «el enfant terrible de Adlib», navega a la perfección entre la pureza de esta marca y su apuesta barrica. Marcas que escogen cada año cientos de personas para entonar el sí quiero sin renunciar a su propio estilo.
Por último, Etikology defiende y lidera desde hace años la vertiente más sostenible de Adlib Moda Ibiza.
Gracias a la frescura y la originalidad de estas marcas se mantienen hoy esa línea intacta pero renovada en la que cada año los diseñadores amparados en el sello de Adlib Moda Ibiza dan vida a una pasarela que celebrará en 2021 su 50 aniversario.