Juan Marí, conocido desde su infancia como Juanito de Las Dalias, es dueño, parte de la saga y artífice de uno de los mercadillos hippies más famosos del mundo, con más de 65 años de historia, ubicado en el municipio de Sant Carles de Peralta.
“Cuando entras en Las Dalias te transformas un poquito, hueles a incienso, a piel y sientes que la energía de la gente aquí es diferente”, explica Juan Marí, mientras recuerda cómo este enclave, ubicado en el norte de Ibiza, ha acogido y ha visto crecer a auténticos artistas, generación tras generación, de todas las facetas y con más de 50 nacionalidades diferentes.
“Me considero una persona normal y corriente, soy un culo inquieto que mira más allá de lo que hay”, sentencia Juanito de las Dalias quien evoca a su padre quien, asegura, “no me dio otra opción que quedarme al cargo de este lugar y pegármela con lo que viniera, pero se lo agradeceré siempre”. “Gracias a él soy una persona que he tenido muchas influencias de gente muy diferente y eso me ha dado un prisma enorme para ver y disfrutar de la vida”, añade Juan Marí quien confiesa que sueña en el futuro con recorrer diferentes ciudades llevando su filosofía a los cinco continentes para crear sus particulares conciertos de Las Dalias.
Sentado en el centro del terreno de este gran jardín multicultural, Juanito se pone cómodo al saber que va a hablar un rato largo y es que pretender entender la historia y el secreto de este lugar, tan querido y respetado por ibicencos y turistas, es prepararse para recorrer la Ibiza profunda. “La historia de las Dalias se forjó de la mano de un grupo de payeses y de agricultores, comiendo y bailando en este campo los domingos, y acabó convirtiéndose en un paraíso de colores y esencias fascinantes que caracterizan hoy este lugar, 65 años después”, evoca.
“Las Dalias era el sueño de mi padre, él siempre tuvo inquietud por emprender y por hacer algo para el turismo en Ibiza, era su secreto, nadie lo sabía, pero todo el mundo se olía que algo se llevaba entre manos, lo que no esperaban era que se convertiría en uno de los primeros lugares de moda en Ibiza al que todo el mundo quería ir”, explica el hijo de Juan Marí.
“Hay un antes y un después del mercadillo, los 30 primeros años sin el rastro también son muy importantes”
El 4 de noviembre de 1954 comenzó a sonar la música que ya nunca cesaría en este emblemático lugar. “Ese día se facturaron 4.400 pesetas, no nos lo podíamos creer, eran tiempos difíciles, hablamos de la época de Franco y de un pueblo rural, donde no había ni luz, ni ninguna infraestructura”, explica Juanito quien subraya que “desde entonces la música siempre nos ha acompañado, nos ha hecho superarnos y también nos ha salvado de épocas no tan buenas”. Las Dalias empezó así siendo más que un café o una pista de baile, para convertirse en el lugar donde se celebraban casi todas las bodas de la isla.
En los 70 se reconvirtió y nació un nuevo concepto. Las Dalias era el lugar de los ibicencos y, igual que ellos, este escenario fue absorbiendo las costumbres e influencias de los que venían de fuera. “Mi padre empezó a organizar barbacoas en el jardín con los ingleses que llegaban y les ofrecía una noche de estancia, con música y bebida hasta las tres de la mañana”, rememora Juanito. “He encontrado facturas de entonces en las que cobraba 150 pesetas por pasar una noche completa aquí”, señala y continúa explicando cómo entonces “mi padre se las ingeniaba para compaginar la vida en el restaurante de Las Dalias con su labor en el campo, aquí mismo, donde hoy tenemos el mercadillo, cultivando albaricoques y melocotones que luego vendía en el mercado payés”. En esos años previos al mercadillo, Las Dalias fue también, aunque por breve tiempo, una galería de arte de grandes pintores que dejaron huella en Ibiza.
En los 80 Las Dalias vive su particular revolución y se centra en la música en vivo de la mano de todos los grupos heavy de “La movida madrileña”. “Rebeldes, Obús, Pancel, Rosendo y todos los grupos de aquella época que os podáis imaginar, tenían la costumbre de terminar sus estudios y venir a reventar y a tocar gratis”, señala Juanito. Pronto llegó el duro invierno del 85, “un febrero muy frío en el que se nos ocurrió abrir el mercadillo a modo de rastro para ver cómo salvábamos la economía”, concreta Juan Marí quien añade que el primer sábado se montaron cuatro puestos y, al cabo de un año, su número rozó la treintena. “Nos dimos cuenta de que venía tanta gente que era imposible controlarlo, así que a finales de los 90 ampliamos el terreno, renovamos las zonas y pusimos los aparcamientos con los que contamos actualmente” señala. “Siempre aposté por el mercadillo, fui a por todas”, afirma con una sonrisa en la que se lee trabajo, ilusión e historia.
Hoy el mercadillo de Las Dalias cuenta con cuatro zonas diferenciadas que rinden un homenaje a la mejor gastronomía, acogen eventos exclusivos cada semana durante la temporada, música en vivo todos los sábados, night market y más de 400 puestos hippies en los que se pueden adquirir verdaderas obras de arte y reliquias artesanales que provienen de todos los rincones del planeta. Las Dalias es hoy, más que nunca, un lugar mágico, un centro multicultural, donde se sigue respirando una armonía universal con la esencia, la ilusión y el legado de Juan Marí Juan.
El plan ideal de Juanito de Las Dalias para disfrutar del invierno en Ibiza se caracteriza por incluir:
- una larga caminata por la mañana al lado del mar,
- disfrutar de un “guisat de peix” o de una “salmorra” (ambos guisos a base de pescado),
- pasar una tarde con amigos ante una copa de hierbas ibicencas hablando sobre cómo arreglar el mundo (o la isla).