Las “Caramelles de Nadal” se conocen por manifestarse exclusivamente en la media noche de Navidad, durante de la Misa del Gallo. Se trata de una de las expresiones musicales más antiguas de la isla de Ibiza, junto a las “Caramelles de Pasqua”, con siglos de historia.
Dotadas de un gran significado y explicación religiosa, las “Caramelles de Nadal” sirven para hacerse eco del nacimiento del niño Jesús, hijo de María y de José y darle la bienvenida al mundo con este canto ancestral que tiene lugar en la “Nit de Matines”, la misa tradicional que se celebra a partir de la medianoche del 24 de diciembre (ya 25).
Supone un verdadero tesoro musical que ha sido registrado como Bien de Interés Cultural por el Consell d´Eivissa, por su composición tradicional y por su particularidad musical, y ha cobrado vida a lo largo de los años en la mayoría de iglesias que hay en los pueblos de los municipios de Ibiza, como las de Sant Josep de Sa Talaia, Sant Antoni de Portmany o Santa Eulària des Riu y en la Catedral de Ibiza.
Esta costumbre puede verse cada vez en menos templos debido a la escasez de “caramellers” que sufre esta joya musical ibicenca. Un legado que se va perdiendo con el paso de los años y con la falta de aprendizaje por parte de las nuevas generaciones. Por eso los grupos que quedan de “caramellers” en Ibiza, se distribuyen para llegar a todos los pueblos posibles, con este canto que se divide en tres partes y que dura unos veinte minutos.
Las “Caramelles” tienen, además, un significado muy especial que consiste en explicar los siete “goigs” de la Virgen María en un canto que es interpretado después por la lectura del Evangelio y que culmina con la costumbre de que los asistentes a la misa pasen a besar la imagen del niño Jesús.
Se trata de un canto redoblado, un factor en común con el resto de canciones típicas rurales en Ibiza, que es interpretado por un cuadro de “caramellers“ en que suenan una flauta, un tambor, un “espasí” (instrumento musical metálico) y unas “castanyoles” y cantan dos voces. En realidad, el “espasí” era la pieza principal para acompañar a las “caramelles, aunque actualmente su uso también se puede ver en las muestras de “ball pagès” (baile tradicional).