Tradicionalmente, el cultivo de la almendra ha sido el más predominante de Ibiza, un árbol de secano que, junto al algarrobo y el olivo, ha sido base de la actividad agraria de la isla e ingrediente esencial en las recetas más importantes de su gastronomía.
Tanto en platos salados como en deliciosos dulces, la almendra se convirtió en uno de los elementos fundamentales a emplear para potenciar los sabores. La picada de almendras en recetas como el bullit de peix o la borrida de rajada, dos guisos de pescado, confieren un peculiar sabor a ambas creaciones. Pero donde más se disfruta del particular sabor de la almendra ibicenca, dulce y aromática, es en los postres y dulces típicos, como son la Salsa de Nadal y las magdalenas payesas.
La Salsa de Nadal, como su nombre indica, es un postre típico de la Navidad y está elaborado con almendra, caldo y azúcar, y se toma en los días de fiesta. Sin embargo, la magdalena payesa, es un dulce tradicional que puede encontrarse durante todo el año y es una auténtica delicia, especialmente para quien disfruta de los sabores mediterráneos ya que al paladar recuerda a los dulces que pueden encontrarse en otros países de la cuenca mediterránea.
Elaboradas con base de hojaldre, el relleno se prepara con harina de almendra molida, azúcar, canela, limón, huevos y azúcar glas. Tras sacarlas del horno, su crujiente exterior da paso a un interior cremoso, donde la almendra es la gran protagonista. Ideal para tomar a media tarde, acompañada de un café o una copa de hierbas ibicencas, comer una magdalena payesa es probar uno de los auténticos sabores de Ibiza.
Muchos de los hornos tradicionales de la isla cuentan con este dulce durante todo el año que, junto a otros típicos como el flaó o la ensaimada, es un souvenir perfecto para llevarse de Ibiza. Y que no nos lleve a engaño su nombre: de forma, nada tienen que ver con las magdalenas a las que estamos acostumbrados redondas y altas, ya que son ovaladas y más planas. Pero de sabor son inigualables y harán las delicias de los más golosos. ¡Buen provecho!