Ibiza es una isla de contrastes, acogedora y diversa, donde todos se sienten bien recibidos. Y parte de ese espíritu hospitalario y de gusto por la libertad lo tiene el movimiento hippie que fue uno de los más influyentes en la historia reciente de la isla y que ha marcado las señas de identidad que hacen de Ibiza un destino único en el mundo.
Ya en los años 30 del siglo XX, Ibiza se convirtió en hogar de acogida de artistas europeos de vanguardia que huían de regímenes autoritarios y del ambiente pre bélico que se respiraba en el continente. Más adelante, otra guerra, la de Vietnam, volvería a traer a la isla a los jóvenes desencantados y que huían de participar en el conflicto. Eran norteamericanos, modernos y con aires de cambio, que encontraron en Ibiza su refugio en unos años en los que la isla despegaba como destino turístico internacional.
Se originó así una corriente de libertad y desenfado que recorrió toda la isla, haciendo que recibiera a miles de turistas y visitantes guiados por los aires hippies que pronto se dejaron sentir en las que ahora son dos de las señas de identidad de Ibiza y huellas vivas de aquel movimiento: la Moda Adlib, un estilo cómodo y sencillo, basado en el leiv motiv “viste como quieras pero con gusto”, y los mercadillos hippies que hay diseminados por la geografía isleña y que son una explosión de artesanía, música y color.
Los mercadillos de Ibiza atraen cada año a curiosos y celebridades del mundo entero que recorren sus puestos disfrutando de las tendencias que marcan los artesanos hippies. Las Dalias en Sant Carles, abierto todo el año, es uno de los más famosos, seguido del Mercadillo de es Canar en Punta Arabí, abierto de abril a octubre. En Sant Joan también hay un mercadillo hippie los domingos por la mañana, y en Platja d’en Bossa los meses de verano. En Sant Jordi, cada sábado por la mañana durante todo el año también hay un mercadillo hippie y de venta de segunda mano.
La huella hippie en Ibiza tiene su homenaje en una escultura de bronce, de la artista catalana Ció Abellí, que se encuentra en el puerto de Ibiza y reproduce una famosa imagen icónica del fotógrafo Toni Riera que ha servido para representar ese espíritu libre que define a la isla.