Los sonidos del tambor, la flauta y las castañuelas anuncian el comienzo del ball pagès, un baile tradicional ibicenco que se caracteriza por ser interpretado por parejas, compuestas por un hombre y una mujer, donde el hombre baila enérgicamente y da grandes saltos alrededor de la mujer y ésta ejecuta una coreografía basada en realizar pequeños pasos y movimientos circulares. Esta danza ancestral está hoy en día más viva que nunca y es gracias a las numerosas agrupaciones de ball pagès repartidas por los distintos municipios de la isla.
El baile tradicional ibicenco remonta su origen al siglo XIII y se realizaba alrededor de los pozos y las fuentes de los diversos pueblos de la isla, en época estival y con un marcado carácter rural. Actualmente el ball pagès se puede disfrutar en toda ceremonia tradicional en la isla que se precie y, aunque se desconoce su origen, los expertos destacan sus influencias catalanas y también árabes.
Los participantes de las diversas collas de ball pagès cuentan con su propia vestimenta, aunque en ocasiones prescinden del traje, los vestidos y las joyas, dando a un ambiente de naturalidad y sencillez, la mayor parte de los integrantes de las diversas collas prefieren portar el traje tradicional ibicenco ya que les resulta imprescindible para interpretar este baile folclore. El traje del hombre destaca por estar compuesto por un fajín rojo, una camisa y pantalones blancos, una boina roja, un chaleco negro y un pañuelo amarillo, mientras que la mujer porta un vestido compuesto por varias faldas que incluye diversos refajos y puntillas, un jubón y un pañuelo de encaje en la cabeza, las espardenyes y, por supuesto, la emprendada, un conjunto de joyas artesanales que servía a la mujer para exhibir su posición social y podían estar hechas de coral rojo y de plata o de oro.
Los pozos y fuentes de los pueblos, testigos de esta ceremonia tradicional
Durante todo el verano, y también fuera de la época estival, son varios los pozos y fuentes de la isla en los que se actualmente se celebra el ball pagès, realizado por grupos de collas, que reúnen a participantes de varias generaciones haciendo que la costumbre se conserve y pase de padres a hijos. Algunos de los pozos y fuentes de la isla de Ibiza que acogen esta danza tradicional son: el Pou de Corona, el Pou des Escarabats, la Font de Peralta, el Pou de Benimussa, el Pou d’en Benet, Es Broll de Buscastell, la Font de Balàfia, el Pou de Labritja, el Pou d’Albarqueta o el Pou des Baladre.
En octubre, se celebran otras ballades en el Pou d’en Gatzara, en el Pou d’en Micolau y en el Pou de Forada.
Para saber fechas, se recomienda consultar www.ballpages.cat