Escoger Ibiza para pasar unas vacaciones es una elección segura puesto que la diversión está asegurada independientemente de la edad de los viajeros. Los niños encontrarán miles de actividades con las que disfrutar en familia, mientras conocen un lugar nuevo y se enriquecen con una cultura diferente. Entre las actividades que pueden llevarse a cabo con los pequeños de la casa la más recomendable es disfrutar de la naturaleza en todas sus formas. Un paseo a caballo, una excursión en kayak o recorrer alguna de sus playas de punta a punta caminando es la forma más sencilla de descubrir la isla y de entretener a los niños, pero Ibiza va mucho más allá.
Parques acuáticos, como Aguamar, ubicado en Platja d’En Bossa, espacios multiaventura como el Acrobosc, en Santa Eulària des Riu, así como la variedad de actividades de verano en campings o en granjas pueden convertir una salida en algo realmente interesante para toda la familia. Concretamente en la granja de Can Musson los niños podrán descubrir la Ibiza rural a través de diferentes especies autóctonas que conviven en este enclave donde, además, se llevan a cabo talleres donde enseñan a pequeños y mayores a hacer pan, pizzas o recetas tradicionales.
Los más aventureros se emocionarán con el Acrobosc, un circuito de actividades con tirolinas, puentes colgantes y diferentes juegos para todas las edades. Cuando el calor aprieta, una visita al parque acuático Aguamar se convierte en un imprescindible. Ubicado en Platja d’en Bossa, cuenta con multitud de toboganes, piscinas y actividades para sacar al niño interior que todos llevamos dentro y dejarnos llevar por la adrenalina y la velocidad. Para los más mayores otra opción muy interesante es una visita a Surf Lounge Ibiza, donde podrán iniciarse en el mundo del surf desde los siete años, gracias a su ola artificial y a la profesionalidad de sus monitores al más puro estilo californiano.
Si lo que buscáis es un plan más ecológico, nuestra recomendación es conocer la fauna isleña en rincones como el acuario de Cap Blanc, en Sant Antoni de Portmany. Se trata de un centro de recuperación de especies marinas, como las tortugas, en el que, además, se pueden conocer las distintas especies que conviven en los mares isleños. Otra opción para deleitar a los niños es la visita a las cuevas de Can Marçà, en Sant Miquel de Balansat, donde se sumergirán en un mundo subterráneo, de la mano de sus guías que les darán a conocer el pasado pirata de la isla. Esta actividad se puede enlazar con la visita a cualquiera de las torres de vigilancia que se encuentran en muchos puntos de las costas de la isla y que servían para protegerla de los ataques de piratas. Algunas de ellas se encuentran en perfecto estado de conservación, están abiertas y pueden visitarse.
Más allá existe una multitud de actividades que se celebran periódicamente en la isla como las sesiones de “Cinema a la Fresca”, que se pueden disfrutar en numerosas playas y plazas de la isla y que se pueden consultar en el calendario oficial del Ayuntamiento de Eivissa, o en la web oficial de Cinema Paradiso Ibiza, y que ofrece títulos muy diversos en distintas ubicaciones.
Paddle surf, submarinismo, excursiones en barco, salidas en globo… Ibiza ofrece un completo abanico de posibilidades para que toda la familia vibre en lo que será un viaje inolvidable.