Los viajes se viven tres veces: cuando los planeamos, cuando los disfrutamos y cuando los recordamos. En este artículo os proponemos, además, que no los olvidéis nunca con las fotos que tenéis que haceros si visitáis Ibiza.
Se trata de los diez lugares que convertirán vuestro álbum de fotos virtual o físico en una auténtica joya repleta de momentos inolvidables.
Existen muchas imágenes de la isla que ya son míticas, como las de los islotes de Es Vedrà y de es Vedranell, las puestas de sol desde los míticos Café Mambo o Café del Mar o algunas de las playas más famosas de la isla, como las de Ses Salines, Platges de Comte o Benirràs, pero en estas líneas os proponemos recrear, además, instantánea a instantánea la otra Ibiza, la imprescindible y la más mágica. Además, si compartís estas imágenes en vuestras redes sociales podréis participar en el concurso organizado por el Consell d´Eivissa para poder volver a Ibiza y aquí se pueden consultar las bases del concurso.
- Dalt Vila: cualquiera de sus calles es un objetivo imprescindible y totalmente instagrameable, por lo que perderse por sus calles empedradas es una visita ineludible. Además, su arquitectura y su entorno harán que cada imagen parezca sacada de un cuento de otra época.
- El Skyline ibicenco: la colina coronada por Dalt Vila también es uno de los momentos más emocionantes cuando llegamos a Ibiza tanto en barco como en avión. Una buena zona desde donde captar esta imagen es desde Botafoc Ibiza, en concreto desde el muelle del Puerto deportivo de Marina Ibiza. Además, el Paseo Marítimo que la rodea es una visita muy recomendable para ver la zona más exclusiva de la isla.
- Es Bol Nou: las playas no pueden faltar en esta enumeración, pero sacarlas de una forma especial es un reto. Aunque esta imagen no sea del todo original, tiene ese toque que anima a una buena selección de fotografías.
- Los monumentos de Cala Llentía: este lugar también posee una magia especial. Está compuesto por trece columnas con un monolito de 24 metros rematado con una placa de oro en la cima titulado ‘Time and Space’. Forma parte de Rythms of Life, una colección de cincuenta representaciones repartidas en diferentes lugares del mundo y fue sufragada por el creador del Circo del Sol, Guy Laliberté. Es un monumento con una historia muy curiosa que puedes consultar aquí. Cerca del ya conocido como el Stonehenge ibicenco se encuentran unas puertas con inscripciones árabes que dan paso a una habitación sin paredes. A día de hoy se desconoce quién es el artífice de esta instalación, pero también se tiene una foto muy curiosa.
- Puig de Missa, Santa Eulària: tanto por sus vistas panorámicas como por su arquitectura o por las casitas que la rodean, esta zona es un must
- S’illot des Renclí: es una pequeña playa ubicada en la zona norte de la isla y encierra todo el encanto mediterráneo en unos pocos metros. Sus casitas de pescadores se mimetizan con el entorno de tierras rojizas y forman una postal inigualable.
- La población de Santa Gertrudis de Fruitera: solamente su plaza ya es un lugar que no puede faltar en ningún viaje a la isla, tanto por los bares que la albergan, como por su ambiente cosmopolita y vistas.
- Arquitectura ibicenca: en esta enumeración no podemos dejar de evocar las construcciones típicas de la isla. Pese a que se pueden encontrar innumerables opciones repartidas por toda la isla, la de Ca n’Andreu, ubicada en el núcleo de Sant Carles de Peralta es especialmente recomendable ya que se puede visitar para conocer un poco más sobre la forma de vida de la Ibiza rural de antaño y, además, el pueblo que la acoge tiene un encanto especial.
- El Faro des Moscarter en Portinatx: es diferente a todos los faros de la isla por su construcción tardía. Con sus más de 50 metros construidos en un impresionante acantilado nos obligará a dar una buena caminata, pero conseguiremos una imagen muy especial.
- La superficie lunar de Portinatx: esta cala, ubicada en la Punta de sa Torre, muestra un paisaje que parece de otro planeta gracias a la erosión de las rocas grises y blancas que la rodean y en el que destaca un puente natural. Bañarse en ella y hacer esa última foto es nuestra última recomendación.