Si eres amante de la arqueología y de la historia, estás de enhorabuena, puesto que Ibiza es, sin duda, tu lugar de referencia, con decenas de yacimientos repartidos por toda la isla, algunos de los cuales han sido reconocidos como parte de la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que este año cumple 20 años.
Precisamente uno de los que forman parte de este reconocimiento internacional es el más conocido e importante: el poblado fenicio de sa Caleta, del siglo VII a.C. Se está llevando a cabo un proyecto para erigir un centro de interpretación en este espacio que permita comprender mejor la importancia de este lugar al tratarse del primer asentamiento fenicia en la isla.
Cerca de las murallas más representativas del Patrimonio de la Humanidad se haya, además, la Necrópolis de Puig des Molins, cuyos orígenes datan del siglo VII a.C. Situada en el centro de la ciudad de Ibiza, este yacimiento cuenta con 3.000 tumbas excavadas en roca y acoge también el Museo Arqueológico de Puig des Molins, desde el que se puede acceder a una pequeña parte de este cementerio púnico y entrar en alguna de sus tumbas milenarias.
A pocos metros de allí se encuentra el Centro de Interpretación de Sa Capelleta que permite ver cómo era el barrio, adyacente a la necrópolis fenicia, en diferentes momentos de la historia: desde la ocupación más antigua de época fenicia, la ocupación en época romana que se usó para enterramientos y el yacimiento de época musulmana como arrabal urbano fuera de las murallas.
Y, ya en el interior de las murallas de la ciudad de Ibiza, se encuentra el Centro de Interpretación de Madina Yabisa, donde se pueden ver también otros restos, en este caso los de la antigua muralla medieval de Ibiza. Más allá de estos vestigios este centro de interpretación ofrece la oportunidad de conocer todo lo que hace referencia a la época islámica.
En el norte de la isla, en Sant Vicent de sa Cala, se encuentra la Cova des Culleram, un enclave arqueológico que se encuentra a 150 metros sobre el nivel del mar. Dedicado a la diosa Tanit, la principal deidad cartaginesa vinculada a la fertilidad y la fortuna, entre otros atributos, esta cueva ya sirvió de refugio doméstico en época prehistórica, como ponen de manifiesto distintos restos hallados de la Edad del Bronce. Los púnicos, sin embargo, la convirtieron en su más importante lugar de culto en Ibiza, entre los siglos V y II a.C. y a él probablemente acudían creyentes de toda la isla para realizar ofrendas. El templo estaba perfectamente organizado y contaba con un cuerpo de sacerdotes, que se desplazaban hasta él durante las épocas de celebración de rituales.
En la localidad de Santa Eulària des Riu, se encuentra un acueducto romano que atraviesa parte del término municipal hasta llegar a la costa a través de la barriada de s’Argamassa cuyo nombre toma. En la antigua Roma del siglo I transportó agua dulce a una piscifactoría de la costa.
Para aquellos que buscan encontrar yacimientos más escondidos, no lejos de la playa de Cala d’Hort, nos encontraremos con Ses Païsses de Cala d´Hort, un asentamiento púnico-romano, que data del siglo V a.C. y que cuenta los restos de una antigua villa romana y dos pequeñas necrópolis, mientras que cerca de la playa de Cala Salada podremos acceder a Sa Cova del Vi o de ses Fontanelles, una cueva con pinturas rupestres que sirvió de bodega de vino.
En época de almendros en flor es de visita obligada Sa Penya Esbarrada, un pequeño yacimiento del siglo XII que alberga los restos de una antigua casa de campo musulmana y que se encuentra en el Pla de Corona, muy cerca del mirador de las islas ses Margalides y de las Puertas del Cielo.
El futuro Parador de Turismo de Ibiza cuenta, por su parte, con los restos de un templo romano que será visible una vez que se terminen los trabajos y que fue erigido entre los siglos I a.C. y II d.C.