Desde hace más de una década, las tortugas marinas han vuelto a escoger diversos rincones del Mediterráneo para sus puestas de huevos. Su presencia era natural a principios del siglo XX, pero el incremento de la construcción y la acción directa del ser humano habían terminado con este ritual que en los últimos años se está rescatando y protegiendo.
Así, desde 2015 la Caretta caretta, más conocida como tortuga boba, ha logrado incluso desovar en las costas de Ibiza gracias a que sus aguas son más frescas que en la zona oriental del Mediterráneo. No en vano el calentamiento global y la subida de la temperatura del mar han provocado un cambio de tendencia en las zonas escogidas por esta especie que es capaz de recorrer miles de millas durante décadas para volver a poner sus huevos en las playas donde nació cuando alcanza la madurez. Según afirma el reconocido biólogo Manu San Félix, las tortugas marinas de nuestras islas proceden de las costas de Florida, en Estados Unidos, y están altamente amenazada a nivel global. La contaminación y la proliferación de plásticos, muy preocupante actualmente con el incremento de residuos provocados por la incorrecta eliminación de guantes o mascarillas, son los principales peligros para esta especie.
En esta línea nació el Centro de Recuperación de Especies Marinas de Ibiza, el CREM, que busca salvar la vida a diversas especies marinas en peligro de extinción. A través de charlas, visitas o talleres, el CREM transmite a la población consejos para saber de qué manera debemos actuar en el caso de encontrar una tortuga o su rastro en la playa y cómo podemos contribuir a su protección. En el caso de detectar un nido o ver huevos de tortuga debemos alertarles y delimitar la zona.
Nace en septiembre la primera tortuga de la puesta en Ibiza 2020
La primera tortuga marina en nacer de la puesta en Ibiza de este año tuvo lugar en el mes de septiembre en Cala Nova, en la costa nordeste de la isla, donde empezaron a eclosionar los huevos. El pequeño quelonio nació después de 46 días de incubación, dentro de los plazos habituales de eclosión, que se sitúan entre los 45 y los 65 días desde la puesta. En total fueron 99 los huevos avistados en este nido, de los cuáles se depositaron 79 en Es Cavallet, donde hay una zona delimitada y protegida, ubicada en esta playa de la zona sur de la isla, y el resto se trasladaron a la incubadora. El equipo de expertos que vela porque los huevos de las tortugas no sufran ningún daño y puedan nacer sin problemas, está formado por el personal del Parque Natural de Ses Salines y por otros especialistas, además del equipo voluntario que las protegen día y noche.
En total, este 2020 han nacido 37 tortugas marinas en Ibiza, que han sido trasladadas a tres centros de Mallorca y de Valencia hasta que alcancen 1,5 kilos y midan 30 centímetros, el tamaño idóneo para que tengan las máximas condiciones de supervivencia que les permitan ser liberadas de nuevo en una playa de Ibiza donde esperamos que en un futuro desoven, recuperando una especie esencial para el ecosistema de la isla.