Ibiza estará más cerca de considerarse una isla libre de plásticos a partir de marzo de 2021, cuando la prohibición del uso de este material en objetos desechables como platos, vasos, cubiertos, bastoncillos de algodón, pajitas o contenedores alimenticios se haga efectiva en todas las Baleares. Una medida que afectará tanto a particulares como a empresas, muchas de las cuales ya están estudiando y aplicando medidas para adaptarse a este nuevo escenario en busca de un planeta mejor y más saludable para todos. En esta línea cada vez es más habitual ver en todo tipo de establecimientos cómo el bambú, el papel reciclado o el almidón sustituyen ya a este elemento altamente contaminante y que tarda décadas en degradarse.
Los datos que avalan esta decisión son demoledores: en la costa oeste de Ibiza flotan 4,5 millones de microplásticos por kilómetro cuadrado. Además, el 72% de la basura recogida en las playas españolas del Mediterráneo es plástico y solamente en 2018 el servicio litoral de recogida de residuos eliminó 58 toneladas de residuos de las costas del archipiélago de los que casi la mitad, el 44,7%, eran también plásticos. Se ha descubierto incluso que uno de cada seis peces que habitan en aguas de la costa española tienen microplásticos en sus estómagos, por lo que es imprescindible actuar y revertir esta situación.
Para premiar a las empresas que entienden la necesidad de cambiar de formatos y ya aplican de forma pionera estos protocolos, existen movimientos como Plastic Free que premia su actividad entregándoles un distintivo de calidad zero waste. Una calificación enfocada a la sustitución del plástico por otros materiales que puede verse ya en productos tan diversos como agitadores de plástico para bebidas, utensilios, productos alimenticios en monodosis, cápsulas de café o de té, botellas o amenities. Este año, dicha certificación ha sido revisada para incluir hasta 5 estrellas, reconociendo un valor añadido a las empresas Residuo Cero que caminan hacia un futuro limpio y sostenible.
Una filosofía que defienden también en el consumo de producto domésticos como toallitas, cepillos de dientes, compresas, maquinillas de afeitar, champús, biberones, chupetes o vajillas que ya pueden adquirirse fácilmente en distintas tiendas de la isla elaborados a partir de otros materiales más sostenibles y no contaminantes.
Lo mismo ocurre con las bolsas de plástico que deberán desaparecer de supermercados y comercios y sustituirse por otras reutilizables. Muchos ibicencos apuestan por usar el tradicional y estético “señalló” o capazo, convirtiendo en algo común ver a personas de todas las edades acudiendo cada día al mercado, a sus comercios de confianza o de compras en cualquier establecimiento, con estos bolsos de mimbre o de palma y asas de piel, colgados del hombro. Una forma perfecta de combinar moda, tradición, cordura y respeto por el entorno. ¿Te sumas?