Tierra de inspiración, de luz y de tradición, la isla de Ibiza tiene en los pintores Narcís Puget Viñas y Narcís Puget Riquer a dos de sus referentes artísticos más destacados. A lo largo de toda su trayectoria profesional, los pintores Puget plasmaron en lienzos y fotografías los paisajes y la vida cotidiana de la isla durante los primeros años del siglo XX. El legado de estos dos artistas permite conocer y revivir detalles, costumbres y momentos de una isla dividida claramente entre payeses y señores, entre el campo y la ciudad. Visitar el Museo Puget es una cita obligada para quien quiere conocer y adentrarse en la idiosincrasia de una tierra a la que la modernidad no ha restado autenticidad.
Poco antes de morir, Narcís Puget Riquer legó su obra y la de su padre al Estado para que ésta pudiera ser expuesta de manera permanente en la isla. Desde el año 2007, el legado de los pintores Puget se muestra al público desde los salones y estancias de Can Llaudis (conocida actualmente como Can Comasema), una antigua casa noble ubicada en el corazón de Dalt Vila, la ciudad amurallada por cuyas calles transitan siglos de historia y patrimonio de la humanidad.
Narcís Puget Viñas, nacido en 1874, fue uno de los primeros fotógrafos profesionales de la isla de Ibiza y a través de su objetivo quedaron guardados para la historia importantes acontecimientos sociales y políticos de comienzos del siglo XX. Fue, además, un pintor impresionista cuya obra se caracterizó por el detalle y costumbres de la vida rural de la isla, en una época en la que la mayoría de la población isleña vivía aislada en casa de campo y dedicada a la agricultura. Las influencias de reconocidos pintores de la época, con quien compartió amistad, como es el caso de Joaquín Sorolla, Laureano Barrau o Santiago Rosiñol, está presente en toda su obra, desarrollada básicamente con la técnica del óleo. En el Museo se exponen alrededor de 70 obras, óleos y dibujos, a través de los que se narra cómo era y cómo vivía la sociedad ibicenca de principios del siglo pasado.
La exposición de Narcís Puget Riquer detalla, por el contrario, una sociedad más avanzada en el tiempo y en el devenir cotidiano de la isla. La obra de este pintor la conforman numerosas acuarelas y dibujos en los que se muestran espacios, calles, entornos y personas de la ciudad de Ibiza, relatando así el paso de una sociedad rural a otra más urbana y moderna.
La colección permanente de estos dos artistas locales puede visitarse durante todo el año y a menudo se completa con exposiciones temporales de otros artistas cuya obra está relacionada con la isla de Ibiza.
La visita al Museo Puget cuenta con el valor añadido de conocer el interior de una de las casas nobles de Dalt Vila, un antiguo palacete construido en el siglo XV por la familia de los Llaudes y que es un claro ejemplo del estilo gótico civil de la isla. El inmueble, es uno de los edificios más emblemáticos de Dalt Vila y su visita es ya un aliciente para subir las empinadas calles que conducen a la cima de la ciudad amurallada. El refinado estilo arquitectónico de la antigua casona nos conduce a un edificio de dos plantas y un semisótano que todavía conserva elementos de especial interés y relevancia, como la entrada principal del inmueble, las salas interiores, la escalinata balaustrada o un hermoso patio interior, así como amplios ventanales desde los que se puede observar una impresionante vista sobre el puerto de Ibiza.