Muros con historia y paredes que transmiten pasiones. Ibiza cuenta con el honor de tener un amplio y curioso catálogo de casas singulares y con encanto, entre ellas, obras del arquitecto y pintor alemán Erwin Broner, quien se instaló en la isla a mediados de los años 30 del siglo XX, huyendo de los horrores del nazismo. Aquí, enamorado de la arquitectura tradicional de la isla, supo conjugar los valores más representativos de las casas payesas, como son sus líneas rectas, sus contundentes formas y el blanco de sus paredes, con los aires de vanguardia y modernidad de la nueva arquitectura.
Surgió así una línea personal de trabajo de Broner en Ibiza que ha dejado huella en numerosas construcciones de la isla y que pueden disfrutarse, a día de hoy, como bienes culturales. Uno de estos ejemplos se encuentra en el maravilloso enclave de Dalt Vila, en el acantilado de sa Penya, donde se ubica la Casa Broner, casa-museo en la que se puede hacer un recorrido directo por la obra del aclamado arquitecto alemán y recorrer los pasos que él y su esposa Gisela realizaron durante los últimos años de su vida. Pasear por sus estancias es revivir los momentos más personales de esta pareja que tanto influyó en la vida cultural y artística de la Ibiza de los años 60. Una arquitectura sobria, racionalista y contundente pero que esconde pequeños rincones que son un homenaje al hacer tradicional ibicenco: vigas de sabina, muros de piedra, el blanco de sus paredes.
Ubicada en el entorno declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la visita a la Casa Broner supone adentrarse en un paseo por la historia viva de Ibiza. Para llegar, hay que serpentear por las calles de los barrios de Dalt Vila y Sa Penya, y la proximidad del baluarte de Santa Llúcia, con sus espectaculares vistas al mar y a la vecina isla de Formentera, ofrece al visitante una parada de ensueño para hacer cientos de fotografías y capturar el mágico momento.
La visita a la Casa Broner es gratuita y ente octubre y abril el horario de visitas es de martes a viernes de 10 a 16.30 horas, y los sábados y domingos de 10 a 14 horas. Pasar el umbral de la Casa Broner en Ibiza constituye una oportunidad de oro para conocer, de primera mano, cómo el legado de este importante arquitecto y pintor alemán, enamorado de la isla y sus gentes, sigue vivo y actual.