Quien a estas alturas no haya descubierto que Ibiza es un paraíso, es porque todavía no ha visitado la isla blanca, pero quien no sepa que los niños pueden ser los grandes protagonistas de unas vacaciones en la isla, ¡no sabe lo que se pierde!
Cada año miles de familias de todo el mundo eligen Ibiza como su destino de vacaciones, convirtiendo a la isla en toda una referencia mundial también en este segmento. Su pasado y su patrimonio, su cultura, sus costumbres, su gastronomía, sumado a una oferta hotelera y complementaria pensada para los más pequeños de la casa hará que este sea vuestro destino predilecto, ¡si es que no lo es ya!
No es difícil encontrar a lo largo de sus 572 kilómetros cuadrados hoteles y resorts orientados a familias, con entretenimiento para los más pequeños, piscinas con toboganes, animación, clubes infantiles, servicios de guardería, etcétera. Pero tampoco es difícil dejarse llevar por la gran oferta complementaria, cultural y paisajística más allá del hotel.
Ibiza brinda la oportunidad de practicar infinitos deportes náuticos, a bordo de un catamarán, de una tabla de surf o incluso de un sofá hinchable. Permite viajar al pasado a través de una visita al antiguo barrio amurallado de Dalt Vila, a alguna de las Torres de Defensa o de la Necrópolis Púnica de Puig des Molins en la que, por cierto, los más pequeños podrán participar en algunos de los muchos talleres que les permitirán ser arqueólogos por un día. Permite descubrir nuestro baile tradicional, el “ball pagès”, en algunas de las muchas muestras que durante todo el año llenan de ritmo las calles y las plazas de la isla. Permite deleitarse con nuestra gastronomía, limitándose a probarla o, incluso, aprendiendo a prepararla, con algunos de los talleres de producto local que el Consell d’Eivissa organiza en mercados de producto local de la isla.
Además, Ibiza tiene una gran oferta privada que permitirá vivir experiencias únicas, como paseos en globo, tocar un piano hecho únicamente de plantas, descubrir cómo eran las cuevas en las que los piratas escondían sus botines, ¡y hasta descubrir una granja de alpacas!
Por esto, y mucho más, Ibiza merece ser disfrutada en familia, porque Ibiza tiene mucho que ofrecer a los más pequeños, a sus papás y mamás y a sus abuelos. ¡Os esperamos!