En España tenemos un refrán que dice “en abril, aguas mil” y “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”, sin embargo en Ibiza cuando llega mayo te puedes quitar el sayo y seguramente también te puedas, incluso, hasta poner el bikini para disfrutar de las aguas cristalinas de la isla.
Las buenas temperaturas son casi siempre las protagonistas de este mes en el que todavía no ha arrancado el verano oficialmente y es un momento delicioso en el que poder disfrutar de las playas, de la gastronomía y del campo ibicenco en todo su esplendor.
Por eso este mes es la época ideal para pasear o tumbarte en alguna de las playas paradisíacas que hay en la isla, repartidas a lo largo y ancho de los cinco municipios que conforman la isla, y disfrutar del sol y de las temperaturas cálidas con máximas de media en torno a los 25ºC y mínimas de media de 13ºC. Asimismo, en esta fecha el campo ibicenco está en pleno esplendor y hay muchos senderos que transitar en buena compañía en los que ir descubriendo rincones secretos de la isla. Si las temperaturas son muy altas el mejor momento será siempre a primera hora o a última hora del día, al atardecer.
También es el momento de saborear la cocina ibicenca y de probar los platos locales realizados con productos kilómetro cero. Si quieres saber dónde, en la página web www.saborsdeivissa.es podrás descubrir qué restaurantes cuentan con la mejor cocina tradicional de la isla. En este sentido, además, desde finales de abril y hasta finales de mayo se celebran las jornadas gastronómicas ‘Sabors de Primavera’ donde se pueden degustar menús a 25 euros, que incluyen platos ibicencos elaborados con productos de la tierra como el pollo payés, la sobrasada, la patata roja, el pulpo, la rotja o el mero.
Santa Eulària acoge las fiestas Anem a Maig que se celebran siempre el primer domingo de mayo y que permiten conocer tradiciones de la isla como el “ball pagès” (baile típico), desfile de carros tradicionales, conciertos…
En Ibiza se celebra Ibiza Feria Medieval, una cita multitudinaria en la ciudad amurallada de Dalt Vila que siempre tiene lugar el segundo fin de semana de mayo y que contará con puestos de artesanía y de comida, así como con espectáculos únicos.