La naturaleza ibicenca constituye, sin duda el atractivo más importante de la isla. Ibiza cuenta con una extensión de 572 kilómetros cuadrados y 210 kilómetros de playas que se pueden disfrutar en cualquier época del año gracias a sus cálidas temperaturas y casi 3.000 horas de sol al año. Ibiza ofrece múltiples posibilidades de disfrutar de un baño en el mar en playas que cuentan con una amplia gama de servicios y diferentes ambientes.
Las playas de la isla destacan por su singular belleza y por sus aguas de color turquesa y su transparencia, que se debe a las praderas de Posidonia Oceánica de sus fondos marinos y reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1999.
Hay calas mágicas, como Cala d´Hort , presidida por el islote de Es Vedrà; otras de belleza singular, como las Platges de Comte; rincones poco frecuentados, como Es Pou des LLeó y playas grandes y familiares, como Platja d’en Bossa o Es Figueral. Las playas de Ses Salines y Es Cavallet se encuentran en entornos naturales protegidos con un sistema de dunas de gran valor ecológico.